1200 años,
un vistazo al pasado

En 794 d.C., la ciudad de Kioto fue diseñada como una réplica de Chang'an, la capital de la dinastía Tang.
La característica más representativa de su paisaje urbano
es la disposición en damero de sus calles, que refleja su elegancia y serenidad.

Cada una de sus calles tiene nombre propio
y, como llevadas por su espíritu,
han desarrollado una cultura única.

El HOTEL RESOL KYOTO SHIJO MUROMACHI está situado en la histórica Muromachi-dori,
que atraviesa la ciudad de norte a sur,
y su nombre dio origen al término “shogunato Muromachi”
después de que Yoshimitsu Ashikaga estableciera allí su residencia.

Muromachi-dori floreció como centro político y cultural en el periodo Muromachi,
y se transformó en un bullicioso barrio comercial donde se vendían kimonos en el periodo Edo.
Esta tendencia continúa hasta nuestros días,
y la calle está repleta de tiendas de kimonos que llevan varios siglos en el negocio,
creando una atmósfera que encarna la esencia de la antigua capital, Kioto,
llena de la elegancia y serenidad del wabi-sabi.

La fachada del hotel, que da a Muromachi-dori, presenta un diseño tradicional de machiya que evoca el espíritu del wabi-sabi.
Con detalles como las celosías de hilos, las ventanas “jaulas de insectos” y las vallas de madera, que recuerdan a las tiendas de kimonos,
el edificio no solo respeta el paisaje único de Kioto, sino que también despierta la sensación de viaje en quienes lo visitan.

Al cruzar la entrada,
una escalera que desciende conduce a una recepción y un vestíbulo de estilo salón,
poco habituales en los hoteles.

Inspirándose en las numerosas tiendas de kimonos de Muromachi-dori,
las dimensiones interiores se han diseñado utilizando el kujirajaku, una unidad de medida tradicional en la confección de kimonos,
creando así un espacio amplio y con un carácter único.

La luz natural que entra desde el exterior proyecta sutiles sombras,
creando una sensación de relajación y calma
que parece detener el tiempo.