Al tomar conciencia del “ma”,
 se revela una nueva perspectiva

Desde tiempos inmemoriales,
los japoneses siempre han percibido de forma natural
y sin necesidad de aprenderlo explícitamente
una atmósfera única: el “ma”.

Una noción sutil en la que el “espacio” y el “tiempo”
se entrelazan de manera difusa,
dando forma a una estructura
que guarda una estrecha relación
con la arquitectura tradicional japonesa,
reflejada en elementos como los biombos shoji o los noren.

El HOTEL RESOL TRINITY KYOTO
ha sido diseñado poniendo el foco en este concepto,
ofreciendo un espacio donde la esencia del “ma” cobra vida.

Nada más entrar,
la vista se posa en el “Jardín de Luz”,
un patio interior diseñado con la estética de un tsuboniwa.
La luz que desciende desde el cielo y la armonía del paisaje
crean un espacio intermedio entre el interior y el exterior,
recordando a los viajeros el paso del tiempo y el cambio de las estaciones, y agudizando su sensibilidad hacia el “ma”.

Cada habitación cuenta con suelos completamente cubiertos de tatami,
una elección nacida de la exploración profunda de este principio.
El acto de descalzarse al entrar
no solo marca una transición espacial, sino también temporal,
generando un nuevo “ma” incluso en un gesto cotidiano.
De esta manera, se consigue esa sensación de tranquilidad
tan familiar para los japoneses.

Ubicado en el histórico Fuyamachi-dori,
el hotel se erige en un enclave que conserva la esencia de la antigua Kioto,
ahora una de las principales ciudades turísticas del mundo y donde aún parece posible escuchar
el sonido de los geta resonando sobre el empedrado,
transportando a los visitantes a épocas pasadas
y simbolizando el “ma” en el corazón de la ciudad.