En la vasta tierra del norte, evocando tierras lejanas

Al salir del metro y subir las escaleras,
se escucha el susurro de los frondosos árboles y el murmullo de la balbuceante agua.

Ubicado cerca del centro de Sapporo,
el Parque Nakajima es un verdadero oasis urbano
que brinda calma y serenidad tanto a los residentes como a quienes lo visitan.

El río Toyohira, nacido en el sur de Sapporo en Jozankei,
alimenta el estanque Shobu, cuyas orillas se visten de esplendor con los cerezos y glicinas en primavera,
los lirios amarillos en verano,
los vibrantes colores del follaje otoñal
y el silencioso manto de nieve en invierno.

En este lugar donde la naturaleza se expresa plenamente a lo largo de las cuatro estaciones, el tiempo transcurre con serenidad,
hasta el punto de hacer olvidar la proximidad de uno de los distritos de ocio más animados de Japón.

Frente a este remanso de calma, se alza con elegancia el HOTEL RESOL SAPPORO NAKAJIMAKOUEN,
una construcción refinada que, si bien se funde armoniosamente con el paisaje,
conserva una presencia imponente y distinguida.

Guiados por la cálida luz que ilumina la entrada,
los huéspedes son recibidos en un amplio vestíbulo de techos altos.
Dominado por tonos blancos,
este espacio combina sofisticación y tranquilidad,
ofreciendo un ambiente acogedor que reconforta a los viajeros tras un largo trayecto.

Al cruzar el umbral de la habitación, la historia continúa:
espacios insólitamente amplios para un hotel urbano,
mobiliario que rememora la Europa del siglo XVIII
y baños que podrían formar parte de una escena cinematográfica occidental,
donde cada detalle está cuidadosamente diseñado
para sumergir a los huéspedes en una atmósfera de refinamiento y ensueño.
Cada momento vivido en el corazón de la cosmopolita ciudad de Sapporo
se impregna de añoranza de lejanas tierras extranjeras
y del genuino placer de alojarse en un hotel.