Una historia única creada
por la naturaleza y el hombre

Cuatro puertos militares
desempeñaron un papel clave en la modernización de Japón.
Uno de ellos es el puerto de Sasebo,
por donde entraba la Flota Aliada y salía mucho personal naval.

Hoy alberga bases de la Marina estadounidense y de las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón,
y la ciudad, con sus paisajes propios de un puerto militar, mantiene un ambiente único lleno de exotismo,
aunque Sasebo, en sus orígenes, era una pequeña y tranquila aldea agrícola y pesquera.

Sin embargo, el establecimiento del Ministerio de la Marina en la era Meiji supuso un gran cambio para Sasebo,
transformándola en una de las ciudades más importantes en la industria naval de Japón.
Con el tiempo, la ciudad se llenó de vida
gracias a los armadores, empresas navieras, empleados de astilleros y sus familias.

El HOTEL RESOL SASEBO ha sido parte integral de esta evolución histórica,
acogiendo durante mucho tiempo a familias vinculadas con el sector naval, sirviendo en ocasiones como escenario para recepciones para celebrar botaduras de barcos.
El hotel se ha convertido también en un importante punto de encuentro para las familias estadounidenses que visitan a los soldados, contribuyendo a crear el característico ambiente exótico de Sasebo.

Como una ciudad con un puerto militar histórico,
Sasebo cautiva a los visitantes con la vitalidad de su pasado,
pero su encanto va mucho más allá.

Si se dirige la mirada un poco hacia el oeste,
y contrastando con los barcos y las grúas de los astilleros del puerto de Sasebo,
se despliega ante nosotros la impresionante belleza de las Islas Kujukushima,
un archipiélago de 208 islas de intrincadas costas.

Un sereno mar esmeralda,
con sus islas dispersas,
que forma paisajes que cambian según la estación o la hora del día, brindando una sensación casi mágica, como si se tratara de un mundo de fantasía.

Un lugar que mezcla nostalgia,
exotismo,
calma, belleza
y calidez.